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En una mesa redonda en #techYSostenibilidad con Mallorca y Menorca Toni Pérez defiende que “el turismo debe considerarse un elemento tractor de sostenibilidad”
La ciudad preguntará a los visitantes sobre iniciativas con las que compensar la huella de carbono derivada de la actividad turística
A su modelo de ‘ciudad vertical’ se une la eficacia en la gestión de recursos y la generación de empleo y redistribución de la riqueza
Benidorm ha expuesto hoy en Fitur las acciones desarrolladas y las previstas a futuro para avanzar en sostenibilidad ambiental, económica y social. El alcalde, Toni Pérez, ha participado en el nuevo espacio de la feria dedicado a este ámbito, #techYsostenibilidad, donde ha compartido mesa redonda con el conseller de Economía y Territorio del Consell insular de Menorca, Josep Pastrana; Andreu Serra, su homólogo de Turismo y Deporte del Consell insular de Mallorca; y el director de la Oficina de Turespaña en Londres, Manuel Butler.
En el transcurso de la mesa moderada por la directora técnico de AnySolution, Dolores Ordóñez, ha incidido en que “el turismo debe considerarse un elemento tractor de sostenibilidad”, ya que “o es sostenible o no es”; y ha expuesto las claves que hacen de Benidorm “un destino turístico sostenible en el plano ambiental, económico y social”. Un paradigma que tienen su origen “en su configuración urbanística de ciudad vertical”, a la que acompañan “una gestión eficaz y eficiente de los recursos” y “una generación de empleo que parte fundamentalmente de la actividad turística y que redistribuye la riqueza como ningún otro sector productivo”.
El alcalde ha explicado que “como ‘ciudad vertical’ concebida así hace casi siete décadas, Benidorm tenía respecto a otros destinos mucho camino recorrido en materia de sostenibilidad. Aun así, la ciudad siempre se ha mantenido a la vanguardia en este ámbito, impulsado políticas de movilidad o de gestión del agua altamente eficientes y destinando importantes recursos económicos, y también adoptando e implementando medidas innovadoras que redunden en esa sostenibilidad y la permitan afrontar con garantías los retos que plantea el cambio climático”.
En este sentido, ha indicado que Benidorm “será el primer municipio de España en tener un Plan de Adaptación al Cambio Climático, como también ha sido pionero en plantear la necesidad de calcular y compensar la huella de carbono generada por la actividad turística”.
Así, ha recordado que durante el pasado Congreso de Periodismo y Turismo se calculó las emisiones que generaba la celebración de este evento, compensándolas con la plantación de un centenar de árboles en distintos puntos de la ciudad.
“Es –ha precisado- un paso simbólico dentro de un plan de ciudad que pretende mejorar las zonas verdes e incrementar la superficie arbórea compensando así la huella de carbono por la llegada de turistas y que va a empezar a ser una realidad este mismo año con la ejecución de proyectos como la ‘Mejora ambiental y del uso público de El Moralet’, que supone una inversión cercana al millón de euros y que cuenta con financiación europea.
Pero, además, y de cara a avanzar en la compensación de la huella de carbono derivada de la actividad turística, Toni Pérez ha anunciado que “queremos que los millones de personas que cada año eligen Benidorm como destino para sus vacaciones sean partícipes de esa estrategia de compensación de la huella de carbono”. Para ello, ha avanzado, “este año vamos a habilitar los mecanismos de participación necesarios para que los turistas nos trasladen qué iniciativas quieren que desarrollemos para compensar esa huella de carbono”, y que “se alinearán con las actuaciones ya trazadas en nuestros planes estratégicos”.
La ‘ciudad vertical’ como punto de partida de la sostenibilidad ambiental
El alcalde ha recalcado que “durante décadas y por desconocimiento la apuesta de Benidorm por la construcción en altura, el denominado modelo de ‘ciudad vertical’, fue denostado, confirmándose con el tiempo que la ciudad compacta consume menos territorio, tanto en superficie como en el subsuelo, y es más sostenible”.
Este concepto urbanístico, ha subrayado, “potencia el paradigma del ahorro energético, al favorecer una gestión eficiente del transporte público, una reducción del uso del automóvil y del tiempo en desplazamientos –con la consiguiente minoración de los gases de efecto invernadero-, así como una concentración de los servicios necesarios”. De hecho, el 61% de la superficie del municipio está protegida y 70% de los desplazamientos se realizan a pie.
Además, del modelo ‘vertical’, Benidorm refuerza su sostenibilidad con “una gestión eficiente de los recursos”. Ejemplo de ello es el ciclo integral del agua, constatándose “una reducción del consumo del 18% en los últimos 25 años cuando en ese mismo periodo la población ha crecido un 40% y las pernoctaciones turísticas un 26%”. Con un rendimiento técnico de la red del 95%, 20 puntos por encima de la media española, en estos momentos “el consumo de agua es el mismo que se registraba en 1975 a pesar de que la población se ha multiplicado por cinco”; y anualmente se reutilizan para el riego de parques y el baldeo de calles más de 3 millones de metros cúbicos de agua regenerada, el equivalente a 1.500 piscinas olímpicas.
Toni Pérez también se ha referido a la movilidad sostenible y a los números de Benidorm, que suma ya 134 kilómetros de carril bici y ciclovías, así como cerca de 10 kilómetros de zonas peatonales, y que durante la Semana Española de la Movilidad fue premiada por los Ministerios de Transportes y Transición Ecológica por su proyecto ‘Ciudad Amable: Concienciación 10, 20 y 30’. Asimismo, ha puesto en valor la apuesta de la ciudad por los aparcamientos disuasorios
Sostenibilidad social y económica
El alcalde ha manifestado que la sostenibilidad de un destino no puede limitarse únicamente a lo ambiental, sino que “ha de complementarse en lo económico y lo social, generando unas condiciones de vida que aseguren ambos parámetros”. A este respecto, ha remarcado que “Benidorm ofrece más empleo que población” lo que refleja el potencial de la ciudad y de su industria económica para “generar riqueza” y “lo que es aún más importante, para garantizar su redistribución”.
