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El sábado por la noche tuvo lugar en Palau Altea el acto de clausura de Altea como Capitalidad Cultural de la Comunidad Valenciana 2019-2020, distintivo que ostentaba el municipio desde el 25 de abril de 2019.
En el acto estuvieron presentes el conseller de Educación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà; el Alcalde de Altea, Jaume Llinares y la edil de Cultura, Aurora Serrat. Como invitadas, la Secretaria Autonómica de Política Territorial, Inma Orozco y la Alcaldesa de Vilafranca del Cid, Silvia Colom, que también ostentaba la Capitalidad Cultural. Durante el acto se pasó el testigo como capital cultural valenciana de 2021 a los municipios de Alcoi y Bocairent, para pueblos de más de 10.000 habitantes y menos de 10.000 habitantes respectivamente.
Aurora Serrat dio la bienvenida a los asistentes y agradeció a la Consellería de Cultura, el Institut Valencià de Cultura, al Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, y al equipo del departamento de Cultura por “su trabajo, esfuerzo y dedicación para que este año y medio de nuestra capitalidad cultural fuese todo un éxito, tanto en actividades programadas como en asistencia de público. Este acto pone fin a la celebración de Altea como Capital Cultural Valenciana 2019-2020. Queremos que sea un acto festivo de agradecimiento y celebración. No se trata de un adiós, sino que es el turno de otros municipios que estiman y aman la Cultura tanto como nosotros. Enhorabuena a Alcoi y Bocairent”. Finalmente agradeció “a todas las asociaciones culturales, colectivos y un numeroso grupo de personas por vuestro trabajo y esfuerzo en pro de la cultura de vuestro pueblo. Y a todos los espectadores que nos han acompañado, pues sin ellos no hubiera sido posible. Seguiremos trabajando con el mismo entusiasmo y fuerza para hacer de nuestra cultura un referente para visitantes y vecinos”.
Por su parte, Jaume Llinares afirmó tener “sentimientos contradictorios. Por un lado, una inmensa alegría que arrastro desde el día en que el conseller Marzà me llamó en 2018 para transmitirme la noticia de que Altea había sido designada como Capital Cultural de la Comunidad Valenciana. Y por otro lado, en estos días siento tristeza porque se acaba este reconocimiento del distintivo cultural. Hoy termina lo que empezó hace más de un año, pero no nuestro trabajo, porque Altea tiene la voluntad de ser una capitalidad cultural permanente. Pese a la pandemia del COVID-19, hemos conseguido ofrecer una variada programación disfrutada por miles de espectadores de toda edad y condición. Además de que este gran proyecto llamado ‘Altea: Mar de Culturas’ ha logrado ligarse al éxito de nuestra temporada turística con un buen balance económico para Altea y las comarcas de alrededor”. El Alcalde de Altea señaló que “la Cultura forma parte del ADN de nuestro pueblo. Es un sello que reconoce el trabajo de colectivos, instituciones y entidades, que de forma transversal e inclusiva, ha convertido a Altea en un pueblo dinámico, innovador y creativo. Desde el Ayuntamiento seguiremos ayudando y promocionando a los artistas de todos los campos, sean locales o foráneos”.
Vicent Marzà felicitó a Altea “porque nos ha regalado en este último año y medio los mejores momentos culturales”, y afirmó que “la Cultura nos hace más libres, humanos, solidarios y justos. Desde la Generalitat Valenciana seguiremos apoyando a los pueblos que se preocupan por la Cultura y las personas”.
Finalmente, dos horas de música y canciones populares de pueblos y comarcas valencianas, con el concierto de Pep Gimeno “Botifarra” y la banda sinfónica de la Sociedad Filarmónica Alteanense, acompañaron a los asistentes al acto.
Altea como Capital Cultural de la Comunidad Valenciana 2019-2020
La distinción como capital cultural valenciana es un sello anual creado en el año 2016 por Cultura de la Generalitat con el objetivo de incentivar la vertebración de la cultura, que reconoce a las poblaciones que destacan por hacer una apuesta firme por la cultura como instrumento de cohesión social y fomento económico. Con este reconocimiento, se quiere promover desde la Generalitat una descentralización de la oferta cultural, mejorar las comunicaciones entre la Generalitat y los agentes culturales de todo el territorio valenciano y garantizar el acceso universal a la cultura.
Este distintivo ha servido para situar a Altea a nivel nacional e internacional y posicionar la cultura como eje clave de diferenciación de la oferta turística. ‘Altea: Mar de Culturas’ ha logrado proyectar el mar de cultura que es Altea: una mar de arte, de música, de espectáculos, de letras y de patrimonio.
Altea comenzó su programación cultural en 2019 con el concierto ‘La consagración de la Primavera’, de Igor Stravinsky, estrenando la nueva versión que coreografió la ilicitana Asun Noales con el Joven Cuerpo de Danza de la Generalitat Valenciana. Tras un año y medio repleto de actividades de gran nivel, se han sumado a la amplia y estable programación, numerosas actividades culturales como conciertos del ADDA Sinfónica de Alicante; exposiciones y obras de teatro. En octubre de 2019 se estrenaba, a nivel mundial, ‘Fra Pere el Descalç’, la primera ópera en valenciano del siglo XXI. La exposición “De mar a mar” de Antoni Miró aterrizó en Altea, formada por 26 esculturas de grandes dimensiones ubicadas en diferentes espacios del municipio; así como su obra pictórica “Suite Havana”, expuesta en el interior de Palau Altea. También destacan las diferentes exposiciones de arte contemporáneo del Consorci de Museus de la Comunidad Valenciana y las dos obras de teatro ‘Tirant’ y ‘Tórtola’, del Institut Valenciá de Cultura. Por otro lado, en 2020 se puso en valor la figura de Carmelina Sánchez-Cutillas como escritora valenciana del año. Sin olvidar el reciente estreno en Altea de ‘Series Nostrum’, el primer Festival Internacional de Series de la Comunidad Valenciana.
La capitalidad cultural tenía su fin en abril de 2020, pero debido a la situación de crisis sanitaria, la Consellería de Educación, Cultura y Deportes decidió prolongarla hasta final de año. Pese a la pandemia de la COVID-19, Altea ha sabido adaptarse a la situación, programando una buena, variada y continua agenda de Cultura y manteniendo unos niveles mínimos de contagio.