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Uno de los puntos acordados en el Pleno de marzo, celebrado ayer, fue instar a la Conselleria de Cultura para que proceda a impulsar el expediente para incoación como Bien de Interés Cultural (BIC) del Monasterio de San Juan de la Penitencia de Orihuela.
La primera petición se remonta a 2014 cuando el concejal de Patrimonio de entonces, Manuel Gallud, acometió en solitario la solicitud para su incoación. Desde entonces ha sido diversa la correspondencia entre las administraciones autonómica y local. Se remitió un extenso y valioso informe justificativo realizado por nuestros técnicos en patrimonio histórico, así como por parte de una arquitecta municipal, además de otros documentos.
No obstante, el edil de Patrimonio Histórico, Rafael Almagro, ha querido referir que “ya han pasado más de seis años y se observa que el expediente no progresa como sería de esperar”.
Es por ello, que ha sido llevada a Pleno por el grupo municipal popular una moción para demostrar la voluntad y el compromiso de toda la Corporación Municipal con esta petición. “El pueblo de Orihuela no entiende que se esté demorando tanto esta solicitud que busca la protección y conservación del monasterio”, explicaba Almagro.
Como dato significativo, Almagro ha señalado que corría el año 1474 cuando el Consell de la ciudad encarga al Justicia y Jurados que se busque un lugar donde edificar un convento de monjas Clarisas, y la fundación se efectuó el 17 de febrero de 1490 merced a la bula del Papa Inocencio III.
Desde entonces, se sucedieron diversas reformas y ampliaciones siendo las más relevantes las que se realizaron a lo largo del siglo XVIII. La iglesia es del siglo XVIII y fue diseñada por Antonio Villanueva. Un bellísimo edificio con bóveda de cañón, coronado el crucero, por una cúpula de media naranja decorada con lienzos en sus pechinas, obras de Villanueva. El retablo mayor está presidido por la imagen de San Juan Bautista de José Esteve y Bonet.