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La Pirotecnia Tamarit ha recuperado este viernes el efecto sonoro de las ‘sirenas’ en la sexta sesión del 34º Concurso de Mascletàs que se celebra en la Plaza de los Luceros. El disparo, seguido por millares de personas que han abarrotado los distintos puntos del perímetro de seguridad, ha finalizado con un “explosivo” -como así lo ha definido Daniel Tamarit, gerente de la pirotecnia- bombardeo.
Una secuencia digital en la que se han alternado humos de colores, truenos terrestres y efectos aéreos sonoros y de color, han abierto la mascletà. Ha proseguido, con un segundo principio aéreo, donde el principal protagonista han sido las ‘sirenas’. “La pirotecnia es, básicamente, tradicional y artesanía. De ahí, que uno de nuestros objetivos es recuperar efectos que forman parte de la pirotecnia clásica. Y uno de ellos, son las ‘sirenas’, ha explicado Tamarit.
La primera parte de la mascletà la ha cerrado una secuencia aérea donde se han combinado los truenos, el color y nuevos efectos sonoros con un ritmo que se ha ido acelerando. Un golpe de truenos, también aéreos, ha dado por finalizado el aéreo.
El cuerpo principal lo han configurado seis fases de truenos terrestres. Éstos se han ido incrementando, tanto en ritmo como en potencia. Todas estas fases han estado acompañadas con efectos de color, truenos aéreos y efectos sonoros. El cuerpo lo ha cerrado un potente terremoto final terrestre, dividido en cuatro fases.
El disparo de Pirotecnia Tamarit, de Alfarrasí (Valencia), ha concluido con un explosivo bombardeo aéreo. Le ha seguido, a gran velocidad, un juego terrestre de truenos. Éste ha sido el preámbulo del golpe final de truenos aéreos. El peso NEC ha sido de 147,91 kilos en un disparo que ha tenido una duración de 6′ 39» minutos.