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Tres años después, El Campello se prepara para disfrutar de una semana cargada de actos para conmemorar las fiestas patronales dedicadas a la Mare de Deu dels Desamparats, que acogen los Moros y Cristianos. Más de medio centenar de actos, 1.400 festeros inscritos más los que se apuntan como invitados, una veintena de bandas de música y media tonelada de pólvora se encargarán, entre otros muchos efectivos, de engrandecer las fiestas más participativas y las que mayor proyección conceden al municipio.
Hoy se ha presentado la programación en un acto celebrado en los locales de la Junta Festera en el que han participado el alcalde Juanjo Berenguer, la presidenta de la Junta, Marga Sebastià, y el concejal de Fiestas y Tradiciones Cristian Palomares, del PP. Los tres han coincidido en una idea: “Hay ganas de fiesta, que nos tenemos todos bien merecida después del parón obligatorio por la pandemia”.
“Se trata de la convocatoria festiva, social y económica con mayor potencial y proyección del municipio, que concita el interés de muchos, muchísimos visitantes, que aglutina a su alrededor a cientos de festeros, familiares y amigos, capaz de hacernos olvidar por unos días lo cotidiano de nuestras vidas y dedicarnos a convivir y disfrutar de todo lo bueno que se nos ofrece”, ha señalado Juanjo Berenguer.
Todo arrancará noche del 11 de octubre, cuando la pregonera de este año, Teresa Planelles, se dirigirá al pueblo desde el balcón de la Plaza de la Iglesia. Antes, desde el día 7 con el ‘correfocs’, arrancarán los actos conmemorativos del 9 d’Octubre, que conectan directamente con las fiestas patronales, ofreciendo así a vecinos y cvisitantes una semana con una completa ofertas lúdica, festiva, cultural y religiosa.
Por su parte, Cristian Palomares ha destacado que habitualmente todos los actos suelen completar el aforo dispuesto, “desde los estrictamente religiosos, que se concentrarán en la Iglesia de Santa Teresa, a los multitudinarios desfiles, desembarco, retreta parlamentos, mascletà y disparo de fuegos artificiales”. “Si hay algo que define a nuestras fiestas valencianas es la pólvora, el fuego… Por ello, empezamos con un tradicional correfocs y terminaremos con el castillo de fuegos artificiales”, ha puntualizado.
500 KILOS DE PÓLVORA
Marga Sebastià, presidenta de la Junta Festera de Moros y Cristianos, ha remarcado que las fiestas “no son sólo diversión, sino que suponen un revulsivo para la economía local, pues dan trabajo a estilistas, a tiendas textiles, a zapaterías, a peluquerías o empresas de maquillaje, entre otras, por no decir al comercio y locales de restauración, dado que son unas fiestas que ocupan las calles durante todo el día, y el consumo se dispara”.
Según ha detallado Sebastià, en la actualidad son 1.400 los festeros inscritos, por las calles del pueblo sonarán una veintena de bandas de música, y se estima en unos 500 kilos la pólvora que se quemará a lo largo de la semana, incluyendo desembarco moro, bombardeo, mascletà, arcabucería y castillo de fuegos artificiales.
Los comparecientes han enfatizado en que se trata de unas fiestas declaradas “de interés turístico provincial” por su capacidad de atracción de visitantes (sólo en el desembarco se contabilizan más de 4.000 espectadores), y que son un espejo en el que se refleja un municipio que se caracteriza por su hospitalidad y sus servicios.