Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 22 segundos
Escritora, erudita, conferenciante y buena conversadora. Pilar Altamira García-Tapia, nieta del historiador, escritor y pedagogo Rafael Altamira y Crevea, falleció el lunes a los 81 años en El Campello, donde residía en los últimos meses y donde adquirió una casa hace 15 años. Era asidua al municipio, que visitaba cada año, y donde llegó a tejer lazos con las máximas autoridades locales para potenciar su labor de puesta en valor y reconocimiento del trabajo de su abuelo, que da nombre a uno de nuestros colegios públicos y a la Biblioteca Municipal. La familia comunica que el viernes, a las 7 de la tarde, se oficiará una misa en la Iglesia de Santa Teresa.
El hijo de la finada, Nacho Ramos Altamira, señala que su madre Pilar “adoraba El Campello, donde están enterrados sus bisabuelos, y siempre nos dijo que quería estar cerca de ellos”. Su deseo se va a cumplir.
Los dos últimos alcaldes de El Campello la conocían bien. Tanto Juanjo Berenguer (PP) como Benjamín Soler (Compromís), tuvieron la oportunidad de compartir con ella largas conversaciones y de participar en actos en memoria de su abuelo.
Juanjo Berenguer destaca el intelecto de Pilar. “Era una mujer muy inteligente con la que compartí momentos especiales. Muy buena conversadora, apasionada de la cultura y siempre vigilante de la obra de su abuelo, que tuve la oportunidad de conocer en profundidad en el congreso ‘La huella de Altamira’ que se celebró en Madrid en 2011, al que me desplacé como alcalde en representación del municipio”.
Benjamín Soler, por su parte, recuerda especialmente la organización en 2016 de los actos de conmemoración del 150 aniversario del nacimiento de Rafael Altamira, en los que El Campello tuvo un papel destacado con la participación directa de Pilar. “Era una persona de esas que de verdad vale la pena conocer”, señala el munícipe. “Ser alcalde te da la oportunidad de entablar esos contactos, y hablar con ella era como hacerlo con una auténtica biblioteca del conocimiento, por lo culta y pedagógica que era, y por todo lo que transmitía del trabajo de su abuelo”.
Durante el próximo pleno municipal, que se celebrará el jueves 28 de enero, la Corporación elevará un reconocimiento a su persona y obra, y Compromís ha presentado ya una moción en la que solicita formalmente que se bautice con su nombre una calle o plaza del municipio. La propuesta se presenta “con voluntad de que se adhieran a ella todos los partidos y pueda convertirse en una declaración institucional”.
