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La tercera campaña de excavaciones del MARQ en el yacimiento del Cabezo del Molino, en Rojales, ha concluido con el hallazgo de varios hornos ibéricos que podrían evidenciar la existencia de un importante complejo industrial datado entre los siglos IV y III a.C.
Tres semanas de trabajos de campo en la sierra de la Bernarda han permitido añadir una nueva fase de ocupación, inédita hasta hoy, a la compleja secuencia arqueológica del yacimiento ya conocida. Los hornos documentados han sido hallados en el mismo lugar en el que cerca de mil años después se instalaría la ya conocida necrópolis de época bizantina.
Además, el hallazgo pone de manifiesto la importancia estratégica que tuvieron en la Antigüedad las lomas y cerros más cercanos a los ríos, en este caso al Segura, al ser éstos puntos clave, no solo por su alta capacidad productiva, sino por haber constituido también vías de comunicación fluvial a través de las cuales los asentamientos más cercanos accedían a materias primas tan poco comunes en su entorno como el plomo.
Los trabajos, que también han continuado su labor de investigación en relación a la populosa necrópolis que desde 2018 está en proceso de excavación, ha sido codirigidos por Mª Teresa Ximénez de Embún y Juan Antonio López Padilla.
La vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, ha felicitado a todo el equipo “por los descubrimientos en este yacimiento incluido en el Plan de Excavaciones del Museo Arqueológico Provincial que impulsa la Diputación de Alicante y en el que se ha invertido ya un total de 38.000 euros para la investigación del conjunto arqueológico”.
La rigurosa documentación arqueológica de este tipo de contextos funerarios le ha valido al MARQ el liderazgo de un proyecto europeo relacionado con el estudio de los procesos migratorios y la movilidad de personas durante el final del mundo tardío y la Alta Edad Media. El proyecto, denominado Population dynamics of Late Roman and Medieval in Alicante del que son responsables el director del museo alicantino Manuel Olcina, Mª Teresa Ximénez de Embún, de Fundación CV-MARQ, y el doctor Johannes Krause del Instituto Max Plank de Jena (Alemania), pone el foco de atención en la caracterización genética de poblaciones, a través de la reconstrucción de los genotipos de ochenta individuos localizados en varias necrópolis de la provincia de Alicante, entre las que destacan el propio Cabezo del Molino o la Maqbara islámica del Tossal de Manises.