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Este banco de pruebas reales se enmarca en el proyecto SCORE, que testará e implementará soluciones para proteger a las zonas costeras de los efectos del cambio climático
Benidorm es una de las 10 ciudades de Europa del proyecto
Benidorm ha acogido hoy la presentación del Coastal Living Lab, un piloto de banco de pruebas reales de carácter europeo que medirá la evolución de la costa y el impacto de la actividad humana sobre este medio con el objetivo de implementar soluciones que mejoren la resiliencia climática de las zonas costeras. Un Coastal Living Lab en el que se integra Benidorm junto a otras nueve ciudades europeas y que está incluido en el proyecto SCORE (Smart Control of the Climate Resilence of European Coastal Cities).
El centro municipal El Torrejó ha acogido esta tarde una jornada de cocreación de este proyecto, dotado de 10 millones de euros, que se va a desarrollar en 12 países, que cuenta con 28 ‘partners’ y del que participan activamente la Universidad de Alicante (UA), y el área de Ingeniería y el Smart Destination Lab Benidorm DTI.
En esta jornada han participado, entre otros, las ediles de Playas e Innovación, Mónica Gómez y Aida García Mayor; el equipo de trabajo del proyecto SCORE; técnicos municipales de las áreas de Ingeniería y del Smart Destination Lab; docentes y estudiantes de la UA; personal de Dinapsis y de la concesionaria de la gestión integral del agua; así como representantes de Hosbec y AICO y vecinos.
Gómez ha destacado que “Benidorm es una de las 10 ciudades europeas escogidas para testar este proyecto SCORE que tiene por objetivo diseñar, desarrollar, monitorear y validar medidas de adaptación eficaces en áreas costeras y zonas bajas que permitan protegerlas de los crecientes riesgos climáticos y también de la variación del nivel del mar y de las inundaciones costeras”.
Durante la apertura de la jornada, Gómez ha explicado que “nos hemos sumado a este proyecto SCORE porque entra de lleno en nuestra filosofía de resiliencia climática y estamos comprometidos con lograr una atenuación de impactos y que Benidorm siga siendo el lugar de la felicidad de millones de españoles y europeos que nos eligen para el disfrute de sus vacaciones”.
Tras incidir en la sostenibilidad del modelo urbanístico y gestión de la ciudad y en la calidad y excelencia de sus playas, la edil ha afirmado que “ser una referencia del estudio y análisis de la acción sobre las zonas costeras nos lleva a implicarnos más en el proyecto, en la confianza de que las experiencias que desde Benidorm se consigan puedan ser útiles a otros destinos costeros y turísticos en el planeta”.
Asimismo, ha avanzado que “en breve” Benidorm “presentará su Plan Municipal de Adaptación al Cambio Climático”, en el que “lleva tiempo trabajando” y que llega “con la máxima actualización y todos los programas que apunten a la mayor resiliencia”.
Según se ha explicado durante la jornada de cocreación, el proyecto SCORE tiene un plazo de desarrollo y ejecución de cuatro años, y su implementación se divide en cuatro fases. En el caso de Benidorm, con un trabajo coral en el que han participado el Ayuntamiento y la UA, ya se ha completado la fase de diagnóstico para detectar los principales problemas que presenta la ciudad y el impacto de los mismos.
Toca ahora iniciar la fase de identificación de los agentes involucrados, para en estadios posteriores estudiar posibles soluciones e implantarlas a pequeña escala como paso previo a establecer soluciones definitivas y aplicables a gran escala.
El equipo de trabajo del proyecto ha destacado las soluciones de resiliencia climática propuestas compondrán un plan con una vigencia más allá de la duración del proyecto SCORE y que cada municipio podrá incorporar a su sistema de gobernanza.
Además de Benidorm, también se integrarán en el Coastal Living Lab, varias ciudades europeas y españolas. Entre las primeras, se encuentran Dublín y la también ciudad costera irlandesa Sligo, la portuguesa Oeiras, la polaca Gdansk, la eslovena Piran, la turca Samsun, la italiana Massa. En España, el piloto también se pondrá en marcha en Vilanova y la Geltrú, en la provincia de Barcelona y la en Oarsoaldea que integran las costas de Errenteria, Lezo, Oiratzun y Pasaia, en Guipúzcoa, País Vasco.
