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Miembros del Equipo de Gobierno se sumaron anoche, en la Plaça de Baix, a la condena de la invasión rusa de Ucrania. El céntrico espacio público albergó a un nutrido número de ilicitanos e ilicitanas –entre los que se encontraban el alcalde, Carlos González, y los ediles Esther Díez, Mariola Galiana y Puri Vives– que mostró su rechazo a la guerra en el este de Europa.
En la concentración, convocada de manera urgente por la Plataforma de Ayuda a Personas Refugiadas Sirias en la primera jornada de las hostilidades, la responsable de la entidad, Joaquina Agulló, leyó un manifiesto en el que expresó “la más enérgica protesta por la situación en Ucrania”. El dolor de las víctimas de la situación bélica también “es nuestro dolor”, dijo Agulló, y llamó a respetar sus Derechos Humanos y a gestionar su llegada a países de acogida.
“Desde nuestra ciudad defendemos los valores de la paz, el respeto a la legalidad internacional y de la cooperación humanitaria con los afectados y las afectadas por este injustificado conflicto”, manifestó por su parte González.
El acto, al que asistieron ucranianos residentes en Elche –un colectivo formado por más de tres centenares de personas–, contó con el emotivo testimonio de Maia. “Nunca pensamos que fuera tan real el peligro de guerra”, lamentó la menor ucraniana. “Muchos amigos y familiares tienen la maleta preparada para huir o esconderse en un refugio”, expresó antes de dar las gracias a Elche y a toda España por salir a la calle “pidiendo la paz y que paren los bombardeos”.
