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La conclusión de los trabajos de restauración del Baluarte de la Mina, situado en el castillo de Santa Bárbara, permitirá visitarlo a partir de la primavera de 2021, según el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Alicante, Antonio Manresa. Esta zona está localizada entre las garitas del macho del castillo (La Campana) y la del Albacar d´Enmig (La Mina), y se puede apreciar perfectamente desde el Paseo de Gómiz.
Uno de los principales puntos de interés de ese recorrido será la visita a la garita -Cuerpo de Guardia-, allí situada. Desde la tronera de su interior se aprecian una espectaculares vistas del Mar Mediterráneo. Ahora, sus paredes están repletas de grafitis de distintas épocas. La mayoría, de las últimas décadas. También se está pendiente de un estudio grafológico más profundo para datar aquellas que tengan un interés histórico. “Pretendemos que este espacio, por su singularidad, sea visitable. Además, con la peculiaridad de que para acceder a la garita hay que hacerlo a través de una pasarela. Esto dotará de un nuevo atractivo turístico e histórico a la fortaleza”, precisa Manresa.
Las tareas de restauración, que se vienen desarrollando desde el mes de agosto, también permitirán contemplar la totalidad y la singularidad del foso -zona situada entre el macho del castillo y el Albacar d´Enmig-. Actualmente estos trabajos están al 95%.
Fueron en las primeras semanas cuando se localizaron en este área fragmentos de proyectiles de hierro del siglo XVIII de cañón, bombardas y morteros. Además, una parte de una yesería islámica -decoración de la puerta de acceso a una vivienda-, restos de pipas de fumar del siglo XVIII o el botón de la guerrera de un soldado francés del 5º Regimiento de Infantería de la Guerra de Independencia.
Todo será trasladado al Almacén de Materiales Arqueológicos, situado en el Centro Cultural “Las Cigarreras” para su posterior musealización y una previsible exposición al público.
Cañoneras
Quienes visiten el castillo de Santa Bárbara a partir de la próxima primavera también podrán apreciar la seis cañoneras -huecos situados en la muralla donde se colocaban los cañones- y las denominadas plataformas artilleras -pavimento original sobre el que se situaba el cañón para que rodara y pudiera disparar-. Están datadas en el primer cuarto del siglo XVIII.
Antes de que comenzaran las tareas arqueológicas, se habían localizado cinco. A éstas, y durante estos últimos meses y fruto de las excavaciones, se le sumó una sexta que no estaba localizada inicialmente. La previsión de nuevos descubrimientos plantea a la Concejalía de Cultura una ampliación del plazo de finalización de los trabajos, inicialmente fijado para el mes de diciembre.
La cara exterior
El Baluarte de la Mina se aprecia perfectamente desde el Paseo de Gómiz. A la conclusión de las tareas aparecerá totalmente remozado una vez que haya sido saneada y consolidada la cara exterior, la recayente al Casco Antiguo. Supondrá la limpieza y consolidación de las piedras sueltas que eviten desprendimientos descontrolados, la fijación de grandes bloques que estén sueltos con el consiguiente peligro de caídas, y la demolición controlada de zonas inestables.
Las tareas de resturación del Baluarte de la Mina están coordinadas por el arquitecto y director de obra, Jaume Giner; el director arqueológico, José Ramón Ortega, y el jefe de obra de la empresa adjudicataria, Arpa Patrimonio S. L., Marco Aurelio Esquembre. Cuentan con el asesoramiento y supervisión municipal del Departamento de Patrimonio Integral de la Concejalía de Cultura, que dirige José Manuel Pérez Burgos, y del Jefe del Departamento de Edificación y Arquitectura, Gabriel Manzanaro.
