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El Castell de Benidorm dispone de siete paneles explicativos que ilustran de los pormenores de la construcción y la actividad de sus moradores para general conocimiento de los visitantes.
Esta iniciativa de la Concejalía de Patrimonio Histórico, que dirige la primer teniente de alcalde Ana Pellicer, pone en valor enclave fundacional de la población y completa el trabajo de prospección arqueológica, consolidación de la estructura rocosa sobre la que se asienta y remodelación urbanística del lugar.
En noviembre pasado se abrió al público tras finalizar las obras de remodelación del entorno de El Castell. La actuación ha permitido recuperar y poner en valor los restos del antiguo castillo erigido en la segunda década del siglo XIV, que en el XVI, con el empleo de la artillería, fue transformado en fortaleza con dos torres defensivas, un foso y la muralla, y ya en el XVIII llegó a la estructura definitiva, manteniendo su organización en torno a una plaza que sigue presidida por su icónica pérgola central.
En el proyecto, se decidió dejar a la vista una porción de la roca madre de la punta del Canfali, tramos del lienzo exterior de la muralla original del siglo XIV en Levante y Poniente, la base de la torre este, el segundo lienzo defensivo de Poniente del XVI, el brocal del pozo y aljibe con la estructura de abrevadero asociada, y el muro de cierre del castillo hacia tierra. Los paneles van centrados en estos puntos y explican los detalles más significativos de los mismos, ilustrados con idealizaciones de los momentos históricos de la vida de los moradores del castillo y la acción en su entorno inmediato.
Como explicó el alcalde Toni Pérez en su día, los nuevos elementos explicativos dan mayor visibilidad a los restos arqueológicos y se convierten en un instrumento pedagógico sobre la historia de uno de los enclaves más visitados de Benidorm, narrando los comienzos como pueblo de esta ciudad.
Los paneles, en castellano, inglés y valenciano narran los orígenes de la ciudad, desde este emplazamiento, los detalles de la actuación arqueológica con planos, disposición de las torres y una maqueta de la construcción que da idea del lugar y las proporciones, los lienzos de la muralla bajomedieval y sus flancos, el patio central y la idealización de la estructura superior, el aljibe (uno de los dos que hubo y que dado con detalles de inscripciones en sus paredes) y el abrevadero y, en la replaceta del Castell los detalles de la gran rosa de los vientos y los hitos locales y geográficos de cada punto cardinal y los ejemplares de fauna autóctona más singulares y que cuenta con una escenificación de la dura vida de los primeros moradores del castillo y su vinculación a las cosas del mar.
Los trabajos arqueológico, de consolidación del promontorio sobre el que se asienta el conjunto y la remodelación de la plaza contaron también con obras de iluminación y la ventilación mecánica forzada de las ventanas pisables que muestran los elementos del subsuelo, culminan ahora con la instalación de estos paneles.
La actuación general supuso una inversión de 1,2 millones de euros, de los que 500.000 llegaron a través una subvención de fondos Feder.
