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Localizar los refugios de la Guerra Civil que existían en el casco histórico y valorar la posibilidad de restaurarlos y museizarlos para que puedan ser visitados es el objetivo que se ha marcado la concejalía de Patrimonio con el sondeo de varias zonas de referencia por medio de Georradar.
“El georradar se va a pasar por todos aquellos lugares de nuestro casco histórico donde, según las fuentes orales, existían refugios antiaéreos en tiempos de guerra”, ha indicado el concejal de Cultura y Patrimonio, Fernando Portillo. En concreto, esos lugares son la plaça de Dalt, la plaça de Baix, el carrer Horno Major, el Derrocat, el carrer Sancho Tello, el carrer Nicolás Andreu y la zona de la Ciudad Sin Ley. “En algunos casos, como la plaça de Baix y el carrer Horno Mayor, sabemos que es seguro porque, en diferentes momentos, se han producido hundimientos, pero desconocemos la ubicación exacta de los mismos”, ha precisado el edil.
El trabajo de prospección a través de Georradar, que la concejalía ha subcontratado a la empresa Sensor & Software, es uno de los métodos más empleados en la búsqueda de estructuras arqueológicas enterradas. Permite documentar estructuras de diferente tipo de material, ladrillo, piedra, mampuesto, y superficies horizontales donde se conserven suelos o pavimentos.
El georradar ofrece un perfil o un corte vertical en dos dimensiones donde se aprecian los cambios entre los tipos de materiales. Un vez se dispone de estos cortes, se puede crear un modelo 3D continuo y cortarlo horizontalmente, como una rebanada de pan, para apreciar la planta de las estructuras soterradas.
Portillo ha manifestado que “en el caso de que encontremos dichos refugios, dependiendo del estado de los mismos, analizaremos las posibilidades de restaurar y museizar alguno de ellos para que puedan ser visitados y se sumen al rico y nutrido patrimonio cultural de nuestra ciudad como parte de nuestro pasado, necesario para entender nuestro presente”.
Según el concejal, esta prospección también va a permitir conocer si existen estructuras de la antigua Villa Petraria en el subsuelo de la plaça de Baix, donde el actual equipo de gobierno ha proyectado obras de remodelación en un futuro cercano.
