El Ayuntamiento de Alicante, a través de la Concejalía de Acción Social que dirige Julia Llopis, y la Oficina Municipal de Emergencias, está canalizando la ayuda desinteresadas de numerosos voluntarios y de las cuantiosas empresas y organizaciones que están aportando alimentos, productos y materiales fundamentales, como textiles para mascarillas, para sostener la red de soporte vital y colaboración que se ha tejido en Alicante para hacer frente a la emergencia desatada por el coronavirus.

Julia Llopis, además de aludir a nombres tradicionales en solidaridad como Cáritas o Cruz Roja, ha hecho mención especial al trabajo que vienen desarrollando los 50 voluntarios de la asociación “Un nuevo día”, que pertenece a la iglesia Evangélica Cristo Vive, y que estas jornadas de confinamiento de la población están resolviendo las necesidades urgentes de muchas personas mayores, algunas sin movilidad, llevándoles medicamentos a sus casas, además de la compra del día. Con sus furgonetas y vehículos se están desplazando por Alicante solucionando los peticiones de los vecinos más necesitados que les deriva el Ayuntamiento.

“Les hemos pedido – – declara Julia Llopis – – y nos han resuelto, por citar unos ejemplos, desde una contingencia eléctrica que había dejado a los ancianos de una vivienda sin luz, sin poder cocinar, donde han ido con un electricista, hasta imprevistos de fontanería en pisos, han subido medicinas a enfermos y les reparten la compra del día a personas mayores angustiadas por no poder casi moverse. Este contingente de voluntarios, y su pastor Isaías López, nos están solucionando muchos de los requerimientos de los vecinos, algunos con quimioterapia, otros inválidos, lo que nos permite abarcar problemas de mayor volumen, como sacar adelante el día a día del Pabellón Florida Babel, transformado en refugio de personas sin hogar y que está al completo, prestando todos los servicios de alimentación, lavandería, limpieza, etc”.

Ancianos en situación crítica

“Estamos accediendo a hogares donde viven situaciones extremas como la de una señora muy mayor domiciliada en un piso alto sin ascensor en la calle Vázquez de Mella que llevaba tres días comiendo sólo puré porque no tenía otra cosa y se le estaba acabando” relata Isaías López, el pastor al frente de estos grupos. “Hemos subido a viviendas donde el hombre está en tratamiento por cáncer y la mujer casi inválida. Hay ancianos que se han quedado sin dinero, les hacemos los recados de farmacia, les subimos compra del súper. Algunos agradecidos nos quieren dar propina, pero no la aceptamos. Nuestro corazón no se mueve por las propinas. Somos el brazo social de la Iglesia Cristo Vive”. La congregación tiene su sede en la falda del castillo, frente al Perpetuo Socorro.

Los voluntarios de “Un nuevo día”, una de cuyas frases identificativas es “Confianza en la tormenta”, también presta a uno de sus equipos, con 10 personas, para el desenvolvimiento diario del albergue para los “sintecho” que organizó el Ayuntamiento junto a DYA, Cruz Roja, Protección Civil, Policía Local y demás en el polideportivo municipal Florida Babel.

“Aun nos sentimos con energías y entusiasmo para seguir colaborando los días que queden por delante”, añade Pilar Canto, coordinadora de este voluntariado ligado a la Iglesia Evangélica.

Más de 6.000 mascarillas hechas y repartidas

El movimiento “Mascarillas solidarias”, en Alicante, es otro de los entes formados de forma espontánea y que se nutre de profesionales del diseño, de la costura, de talleres de confección, de modistas, etc, que están realizando y repartiendo miles de mascarillas, batas hospitalarias y gorros, gracias a la donación de tejido quirúrgico y de otras materias textiles que les llegan donadas y que transforman.

“Contamos con unas 250 personas cosiendo y terminando mascarillas, que derivamos a hospitales, fuerzas de seguridad, clínicas, servicios de limpieza, de transporte, etc. Nos llegan peticiones de Hospitales de Madrid, Sevilla… Se trata de un colectivo abierto con personas cosiendo y derivado mascarillas allí donde las solicitan. Esta semana realizaremos unas 25.000”, comenta la delegada de la concejalía de Acción Social que está en contacto con esta cadena desinteresada de producción.

El “Atelier de Pepe y Pepi”, “Vestiario Galipienso”, “Sandra Maestro”, Aída, etc, son algunos de estos focos representativos de los grupos y personas anónimas que se esfuerzan por colaborar contra la infección del coronavirus y que sacan adelante su producción de elementos protectores gracias a donaciones de miles de metros de telas, como las realizadas por la factoría del Grupo Juan Poveda, ligado a la industria del calzado. “Hay también mucha gente de a pié comprando y donando hilos y gomas. Se están haciendo, además, batas y gorros con tejido quirúrgico y telas de algodón que también han donado”.

Una pequeña muestra de las entregas de mascarillas ya realizadas es la siguiente, según la fuente apuntada: 200 a la 4ª planta del Hospital General y 100 a Pediatría; a Policía Local, 250; 180 a Policía local de Elda, más otras 400 que han pedido, que se hacen con tela especial; 100 para la Guardia Civil de San Juan; 500 se han llevado a Fontcalent; para Policía Nacional (Jupol), 700; 200 a Pediatría del Hospital de San Juan; 400 a la UTE de limpieza; 100 a Clínica Vistahermosa; 300 Farmacia Tómbola; a Fundación Cocinero sin fronteras, 40; Residencia Domusvi, 50; Farmacia San Juán, 12; para Policía Nacional de Alcoy, Orihuela y Denia, 270 en total; Guardia Civil del Mar, 40; Hospital de Gandía, 104; Enfermera Solana Valencia, 40; Guardia Civil Campello, 40 (más otras 40 que deben recoger); Samur 35; Consum 35; Tram Alicante, 130; Policía Nacional Alicante 550; Policía Nacional Petrer 50; Albergue Margarita Nacao, 15. Y la lista sigue y sigue. Ya han entregado unas 6.000 unidades y se espera llegar a las 25.000 de producción en unos días, según la fuente indicada.