El tesoro geológico del Moraig, Cova dels Arcs, a un paso

0
710

La costa de acantilados del Poble Nou de Benitatxell, con los imponentes Morro Falquí y Morro Roabit o la arquitectónica Cova dels Arcs, es un libro abierto para los geólogos. Leen las edades de la tierra. En los pliegues, los estratos o las fracturas, hallan indicios del desplazamiento de las placas tectónicas y de la formación de los continentes y del relieve. Este litoral esconde un tesoro geológico.

Y el accidente más espectacular, el que maravilla a todo el que, de improviso, lo descubre, es la falla del Moraig o del Riu Blanc. Una inmensa lasca de piedra se desprendió durante el periodo Miocénico de la montaña del Puig de la Llorença. Se desplazó 500 metros hacia abajo. La pared vertical impresiona. Abajo, en el fondo de la falla, asoma la entrada a la cueva submarina del Riu Blanc.

Esta falla es una de las formaciones geológicas más espectaculares de la Comunidad Valenciana. El Ayuntamiento de Benitatxell ha pedido que se declare Monumento Natural. Curiosamente, mientras que a la cala del Moraig cada verano bajan miles de bañistas, la falla se mantiene en segundo plano (plano inclinado, claro). Los turistas suelen pasar de largo. La senda que lleva a la falla comienza en la pronunciadísima bajada a la cala. El mar tira más que la geología. Además, la senda era peligrosa. Los desprendimientos en el acantilado y los arrastres que provocan las lluvias la habían erosionado.

Ahora, sin embargo, la Dirección General de Costas la ha recuperado. Ha retirado las piedras que habían caído del talud, ha creado escalones y ha instalado una barandilla de madera y pasamanos. La senda de 290 metros de longitud se recorre ahora silbando; es un paseo. La impresionante falla, la joya geológica, queda a un paso.

Las obras, que ha llevado a cabo el constructor de Dénia Luis Pérez, han costado 19.233 euros. El delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, y la jefa del Servicio Provincial de Costas, Rosa de los Ríos, recorrieron ayer la remozada senda junto al alcalde del Poble Nou de Benitatxell, Josep Femenia, y los ediles Manolo Segarra y Dirk Rheindorf. De los Ríos comentó que se está a la espera de ver cómo funcionan las obras durante los episodios de lluvias. Bajo la senda hay tuberías de drenaje. La senda, y es importante, tiene ahora fin. Se ha colocado una barrera para que los excursionistas no se jueguen el pellejo. Al llegar a la falla, una trocha peligrosísima seguía adelante. Se asomaba al abismo. La restauración de la senda pone límites a los turistas más temerarios.